martes, junio 22, 2004

2004-06-18-viernes: TONIGHT

No recuperados aun emocionalmente de nuestra última salida, tonight nos espera otra con la excusa del cumpleaños de Fernando. Son 39. Tenemos serias dudas: ¿nos encontraremos de nuevo con el espía de la Gran Vía?, ¿seguirán Jimi y sus amigos de fiesta por Conde Duque (the kids are allright)?, ¿se habrá enamorado finalmente la negrita de los zapatos de cenicienta?, ¿terminaría sana y salva la novia del 8 y medio?, ¿ganó Perico la clásica de los puertos?. Demasiadas incógnitas quedaron en el aire. Hoy el plan tiene un preámbulo surrealista, que parece inventado por el mismísimo Dalí. Un cóctel en una discoteca de pueblo en Ciempozuelos. De su nombre no me acuerdo, pero era propio de una de esas “discos”, donde de madrugada pueden cometerse fechorías terribles. Nuestro temor es que una vez allí “nos lleven”: ¿será todo una pantomima para encerrarnos en el famoso loquero de “Ciempo”?. ¡Tampoco estamos tan mal!. No faltan, por su puesto, ninguna de las tres piedras angulares sobre las que se levanta uno de estos templos de la diversión pueblerina. Son: la rubia de bote con gran personalidad poniendo copas; el muchacho de color, muy fuerte él y con un interior fascinante; y la bola giratoria de cristales. Son tres puntos cardinales, como los formados por Cabo Cañaveral, Robledo de Chavela y no sé que otro sitio en Oceanía, para dar cobertura astronómica a todo el Universo. Sin ellos no puede existir el concepto “discoteca”, en su más pueblerina acepción. La rubia sin embrago ha pasado la prueba, al servirnos con diligencia un refresco-refrescante de los nuestros: ron limón –7up-lima. Recordó la mezcla desde el principio, sin dudas, sin preguntas. Al final todo queda en un susto y no nos quieren “llevar”; al huerto tampoco. Tan solo se trata de una fiesta organizada por una multinacional del sector inmobiliario para festejar los pingües beneficios de la sucursal de Ciempozuelos. ¿Saldrán en Financial Times?. ¡Hay hasta una rifa, yupi!. Fernando, confundido por la noche y la oscuridad, se pone en el papel equivocado de repartir regalos a diestro y siniestro, sin acordarse de que hoy es su cumpleaños y el destinatario de los mismos debería ser él. Le han elegido para sacar los numeritos del cesto y el papel de “mano inocente” lo borda dejando a la familia sin obsequio. Entre tanto mantenemos conversaciones intrascendentes con un pobre jupy gordito venido a más, repeinado, con un traje diplomático tan encajado en las axilas que aun debe tener escozor en las ingles. Ponemos fin a nuestra experiencia suburvial y nos dirigimos hambrientos a Madrid. Están cerrando a las 12:30 el Alfredo´s Barbacoa de la calle Lagasca: eso no se le hace a este trío de insensatos. Frente al Alfredo´s entramos ansiosos a un bar donde sirven bocatas. Comemos con ansia mientras grupos de pijos teenagers se ponen hasta las trancas de jarras de cubata. Da repelús ver esas pijitas enseñando tanga y cacha mientras engullen esos barreños de cubata. El bocata nos ha sabido a poco así que lo acompañamos con un Súper-Kebab en la calle Hortaleza. El sabor a jodido kebab me acompaña toda la noche ... y parte del día siguiente. Fernando, como no, lo termina a la velocidad del tocino (mu rápido). Primera copa seria en un clásico: PENTA (GRAMA). Y segunda también. No pasan los años por la decoración, ni por la música, ..., ni por nosotros tampoco. Segunda en otro clásico: VIA LACTEA. Los vaqueros me quedan largos y se empapan de “meaos” en el retrete. El sheriff de toda la vida en la puerta. Suena LOVE. A las 3:30 h quitan la música y el sheriff viene a echarnos. Hemos entrado en ambiente y nos morimos de ganas por volver al OCHO Y MEDIO. Allí estamos. Oscuridad, ruido, humo, CURE, PET SHOP BOYS, MANIOBRAS ORQUESTALES, JOY DIVISIÓN, NEW ORDER, .... . No necesitamos más. Estamos lanzados y ya no nos para nadie, así que entramos en EL SOL. Arduo recorrido desde la entrada hasta la barra del fondo: andamos entre arenas movedizas de cuerpos sudados, olor a porro, tías borrachas...miradas de odio ante empujones (ellos) y de deseo ante roces (ellas). Demasiada luz que deja en evidencia sobre el rostro de más de uno el paso de las horas. Todo esto sería mejor esconderlo tras una tenue luz. Pedimos “lo nuestro” y de nuevo a luchar contra la marea en dirección a la pista. Desde allí nos sentimos Germán COPPINI cuando allá por el año ´92-´94 nos deleitaba con aquel JUKEBOX junto a los Cuatro Fantásticos; o Alex DÍEZ y sus amigos de León haciendo de (Jimi) COOPER; o el antes genial José Mª GRANADOS y su MAMA ... Es bastante tarde, ¿6:30?. Nos replegamos con Fernando tirando del pelotón, callejeando por Chueca hasta Bárbara de Braganza. Pablo y yo no nos podemos ir a la cama sin dar nuestros estómagos su recompensa después de 7 copas, aunque esto suponga recorrer Madrid de punta a punta, hasta encontrar nuestro templo: EL BRILLANTE (Eloy Gonzalo). A las 7:00 a.m nos juntamos allí con hambrientos capaces de ingerir un pollo asado con jarra de cerveza, los tradicionales del chocolate con churros, el despistado madrugador con su periódico y su café, el pordiosero con el que estoy a punto de tener un altercado en el retrete, al cortar de sopetón sus apretones en el primer pino de la mañana ... ¡que mejor sitio que EL Brillante que abre tan tempranito!. Nos vamos a casa con las ganas de increpar a un trío de pijos que intentan escamotear sin éxito tres bocatas. Pero los camareros a esas horas están más despiertos y no es fácil pegársela con queso. A las 7:30 a.m. llego a casa con el zumbido en los oídos de otras veces.