martes, junio 21, 2005

2005-06-20: “Aficiones”


Los divertimentos de un niño pueden ser de lo más variado. A Muddy-A le encantan las motos, las pelotas, los columpios, las películas de Disney… Hasta ahí todo normal: son las típicas aficiones de un niño de su edad; pero Muddy-A tiene otra afición inaudita. Le encanta lavarse las manos. Al cabo de un día puede lavárselas del orden de 6 o 7 veces. No sé de dónde habrá sacado esta afición, que no considero una manía: me tiene desconcertado, el consumo de jabón se ha disparado en casa. Creo que no es un exceso de pulcritud, lo toma como un juego. Empezó cuando era pequeño con su gusto por los jabones, yo alucinada. Le gustaban amarillos, rojos, verdes, en realidad de cualquier color vistoso, y sobre todo esos pequeños con forma de limón o naranja. Cuando hemos entrado con Muddy-A en una de esas tiendas especializadas en jabones hemos acabado comprándole alguno para evitar un berrinche. Los toma entre sus manos, abre el grifo y empieza a frotar y a frotar hasta verlas cubiertas de espuma. Entonces se las enjuaga y vuelta a empezar. Cuando a veces estoy en casa y no le siento, voy al baño o a la cocina y allí está, dale que dale con el jabón. Me ha llegado a preocupar el estado de la piel de sus manos, el jabón no deja de ser una producto químico algo agresivo. Quizás le llama la atención su olor, o la sensación en las manos. Conociéndole, seguro que dentro de poco tiempo pierde todo el interés por los jabones y le empiezan a interesar otras cosas, pero ¿qué será lo siguiente?. Al fin y al cabo los jabones son baratos y no son nocivos.