viernes, septiembre 02, 2005

2005-09-01: ""


Uno de septiembre, bendita fecha, por fin todo vuelve a la normalidad en Madrid. Hoy por la mañana al venir al trabajo he comprobado que el trafico ha recuperado ya su densidad ideal, porque hasta ahora daba miedo conducir por Madrid, tan vacío, se alcanzaban velocidades de vértigo, nada recomendables. La pasada semana sin ir más lejos derribé de su motocicleta a uno de esos “guardias de movilidad”, que no sé de dónde se ha sacado el ayuntamiento: desde aquí hago la propuesta a las autoridades municipales de que por favor eleven los límites mínimos de coeficiente intelectual en las pruebas de selección. Esos muchachos son unos macarras de cuidado, además de unos anormales (hablo en general, claro está). Bien, dicho esto, insisto en que menos mal que ya está todo como lo dejamos a principios de julio. Madrid pierde muchísimo sin gente, me encanta entrar al El Corte Inglés y verlo atestado de consumidores compulsivos: ayer era un hormiguero de mamás aprovechando el último día de rebajas para comprar los libros del cole de sus niños. También me encanta volver a los restaurantes que suelo frecuentar durante el invierno, que permanecen cerrados todo el mes de agosto, ¡como si no hubiese ningún cliente hambriento en todo el mes!. Es una falta de consideración. Si yo fuese el alcalde prohibiría la huída masiva de gente en vacaciones, o mejor dicho, premiaría a los ciudadanos que se quedasen en su casa, con ellos mejoraría mucho el aspecto de la ciudad. Reconozco que me agobia esa imagen de desierto que tiene todo en agosto. Quiero que me oigan todos esos habitantes de provincias con los que me relaciono de vez en cuando por motivos profesionales y con los que siempre, no sé por que, porque yo no lo provoco, se acaba hablando en las comidas de la “mala calidad de vida en Madrid”, de lo “tranquila que es su ciudad, su **** pueblo…”. Totalmente a favor de Madrid, de este Madrid recuperado, cosmopolita, que inspira mi madrid_my_day, porque como canta MotherMud: “en Madrid sale el sol para todos … porque es la capital”. Daba gusto estar la noche del sábado pasado en la plaza de Chueca tomando cañas en la calle a reventar de gente: estuve con unos amigos y nos acompañaban un holandés, un francés y una inglesa, venidos todos desde Holanda. Prácticamente ninguno de mis amigos habla ingles, yo poco, así que me tocó buena parte de la noche dar palique con estos güiris que, con los ojos como platos, miraban la plaza no pudiendo creer la gente que allí había a las dos de la madrugada. Por eso no se qué entienden en esas provincias por “calidad de vida”, ¿el olor a vaca, el aburrimiento, el tedio, …?. Que conste que a mí me gustan mucho las provincias, sí, … para pasar cinco días están muy bien. En fin… qué bien que ya estamos aquí.